Conoce la nueva imagen de un Comunicador Social
En el mundo de hoy, repleto de innovación y modernidad, resulta esencial la manera en la que nos proyectamos y somos vistos por los demás dentro de una misma sociedad. Es por ello, que con el pasar de los años, las personas han usado técnicas y herramientas para fortalecer su imagen personal; esas características que definen a un individuo y surgen del descubrimiento de sí mismo.
Dentro del proceso comunicacional, se contempla el envío y recepción de datos sin necesidad del uso de palabras, basta con gestos, signos o indicios. La forma en la que nos vemos dice tanto o más que el discurso y es parte fundamental para influenciar a otros y que las ideas que se compartan sean aceptadas por los diferentes tipos de públicos.
Actualmente, este tema se relaciona íntimamente con la personalidad, actitud, vestuario, carisma y credibilidad; factores que ayudan a un periodista a posicionarse en la mente de las personas y que su mensaje tenga mayor alcance. Por eso, es necesario recalcar que estos profesionales fungen como líderes de opinión, quienes tienen influencia en la conducta de otros semejantes.
1. Aspecto físico
El comunicador social moderno debe entender que su imagen no sólo está plasmada en su atuendo, sonrisa, estilo o belleza estética. Va más allá de lo que divisan los ojos y está resumida en la fase interna de descubrir quiénes son realmente y lo que pretenden transmitir, pues vivimos en la era del conocimiento porque no existe tiempo ni distancias que frenen la interacción.
2. El mensaje
Desde tiempos remotos la información es concebida como una fuente inagotable de poder que contribuye al desarrollo del hombre, por eso, su importancia es innegable ante cualquier circunstancia. Sin embargo, también trae consigo una gran responsabilidad que recae en profesionales de la comunicación, medios y masas: Todos elementos fundamentales de la emisión de mensajes.
3. Contenido del mensaje
Los retos y dificultades que enfrenta quien tiene el arduo trabajo de comunicar, son muchos. El nuevo milenio les exige a gritos que los contenidos que generen y posteriormente divulguen, estén dotados de calidad y sentido común. Esto se refleja en un factor del perfil personal que es la credibilidad, esa cualidad que distingue un simple rumor de la información verificable.
4. Forma de interacción
En este orden de ideas, las redes sociales tienen un rol vital dentro del papel de los comunicadores sociales, porque a través de las nuevas tecnologías es mucho más fácil que las personas se den a conocer mediante la creación de una imagen que no necesariamente se basa en la realidad. Es relevante entonces, asumir con compromiso la proyección de los ideales que nos motivan.
5. El público receptor
Subestimar a la sociedad es tal vez, uno de los errores más comunes que se cometen a la hora de intercambiar información, teniendo en cuenta la imagen personal. El público representa el elemento más valioso y es deber de cualquiera que desee calar en él, entenderlo y adaptarse a sus necesidades sin olvidar sus impulsos iniciales.
6. Carta de presentación
No es casualidad que muchos refranes y dichos populares se refieran a la comunicación no verbal. “Una imagen vale más que mil palabras”, “Como te ven, te tratan”, “La primera impresión es la que cuenta”; son sólo algunos ejemplos de cómo el hombre ha dejado claro lo importante que es mostrarse de la mejor manera en un primer momento para evitar opiniones negativas a futuro.
7. Proyección
En líneas generales, la imagen personal es nuestra carta de presentación y el vínculo de relación con el mundo exterior. Dependemos mucho de ella para tener éxito en diferentes aspectos de la vida y está ligada al liderazgo, la visualización de lo que se quiere y al crecimiento personal. No se trata de fingir y de traicionar la esencia, sino de exaltar lo mejor de nosotros mismos en función de captar nuevas oportunidades.
Por Karina Vargas
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